Rocío Sutil Dominguez.

Curso Dirección y Gestión Hotelera (2000-2001). 4ª Promoción.
Diputada Provincial de Cohesión Social e Igualdad en la Diputación de Sevilla y Concejal en Mairena del Alcor.

¿Cómo se ha desarrollado tu andadura profesional desde que saliste de la Escuela?

La Escuela me cambió la vida desde que entré; descubrí mi auténtica vocación profesional. Cuando comencé a hacer prácticas, comenzaron a surgir oportunidades laborales. Tuve un primer contrato profesional en Meliá y posteriormente en Palafox Hoteles, en su Hotel de Cádiz, el Hotel Playa Victoria, donde fui la primera mujer directora. También tuve un ofrecimiento de Meliá para desplazarme a Lanzarote a desarrollar un Programa de Desarrollo Interno; que por circunstancias personales decliné. He pasado por casi todos los departamentos de un hotel, ya sea en prácticas o trabajando. Estuve una época trabajando en el departamento de alimentos y bebidas, llevando la gestión de Restaurante y Eventos. Quise especializarme en Sistemas de
Calidad, que era algo incipiente en aquellos momentos, lo que también permitió que conociera más en profundidad todos los procesos de un establecimiento hotelero. En esta especialidad desarrollé mi carrera y de ahí a la dirección de Hotel. También he dirigido aperturas de Hoteles tras mi etapa en Cádiz. Luego, salí de la Escuela trabajando y desde entonces no he parado.

¿Dónde trabajas actualmente y qué cargo desempeñas?

Actualmente, desempeño un cargo público como Diputada Provincial de Cohesión Social e Igualdad en la Diputación de Sevilla y también soy concejal portavoz en mi pueblo. Los diputados somos cargos electos por los resultados electorales de las elecciones locales y tuve la oportunidad de ser la representante de mi partido en mi Comarca.

¿Qué te ha hecho enfocarte en el sector institucional?
El motivo se debe a que está estrechamente relacionado con nuestro sector; prestando servicio en ambos casos. En un hotel damos servicio al cliente y las administraciones prestan servicio público. En 2014 volví a Sevilla por trabajo, y al estar más cerca de mi gente surgió la oportunidad de participar en un proyecto político local. Me comprometí y di un paso al frente.

¿Qué cambios quisieras alcanzar o generar desde esta posición?
Por un lado, aplicar la experiencia en gestión y organización, que me ha dado la empresa privada, al sector público. Y por otro, practicar la política de cercanía que exige la sociedad y que también en nuestro sector estamos acostumbrados a aplicar. En definitiva, nos debemos a la gente, y estamos para mejorarles la vida y solucionarles problemas en la medida de lo posible.

Como conocedora del sector turístico y hostelero y mujer que ha desempeñado cargos que no habían sido ejercidos por mujeres, ¿Hacia dónde crees que deban estar enfocados los esfuerzos para buscar una igualdad en nuestro sector?

No es fácil para una mujer y joven hacerse hueco en los ámbitos regentados
históricamente por hombres. Hay que ir rompiendo moldes patriarcales y abriendo paso a nuevas generaciones. Hay que romper estereotipos de trabajos que estén feminizados y/o masculinizados; para ello las administraciones tienen la responsabilidad de implantar la educación en igualdad sin roles de género, y que permitan a las nuevas generaciones desarrollarse en las especialidades profesionales que más les gusten. Tenemos el reto de ver a más jefas de cocina, o de mantenimiento, operarias de servicios técnicos, así como más camareros de pisos o responsables de limpieza. Y por su supuesto acabar con la brecha salarial aunque estas circunstancias se produzcan, evidentemente, al margen de la negociación colectiva.

¿Qué le recomendarías a los alumnos que a día de hoy se están preparando para dedicarse al sector hostelero? ¿Cuáles crees que son las herramientas más necesarias con las que debes prepararse para enfrentarse a los nuevos retos?

Sin lugar a dudas, que aseguren cuál es su pasión, principalmente por algo que oí recién llegada a la Escuela y que nunca olvidaré; y es que hay que tener claro que en nuestro sector, trabajamos más cuando la gente está de ocio, de vacaciones o de fiestas. Y esto no puede suponer una frustración; ya que nuestra vocación es servir y atender al cliente. Una vez asimilado esto, ir descubriendo dentro del sector que nos motiva más, y trabajar y formarse todo lo posible en ese sentido. La tecnología y redes sociales, están siendo también transformadoras en nuestro sector y todo lo que suponga adquirir competencias en estos ámbitos pueden suponer elementos diferenciadores entre candidatos.

¿Consideras que tu experiencia y paso por la escuela, fue el inicio de tus logros en el sector y en el desarrollo de tu carrera profesional?

Absolutamente y sin ningún lugar a dudas; después de estudiar una carrera
universitaria que me facilita las relaciones internacionales, fue un descubrimiento poderme formar en el sector que quería desarrollar mi carrera profesional. No obstante, a día de hoy puedo decir que no dejo de formarme. Realicé un master universitario en dirección y gestión hotelera en la Universidad de Sevilla y continuo en proceso de aprendizaje en otras materias que dan soporte a mi ocupación actual.

¿Qué recuerdas de la Escuela? ¿Cómo recuerdas esos años con nosotros?

Tengo unos recuerdos maravillosos; tanto de un profesorado inolvidable y de primer nivel, como de mis compañeros y compañeras. No me olvidaré jamás de muchos de mis profesores de la Escuela, con las y los que he mantenido largas conversaciones y de quienes he recibido grandes consejos. Mi grupo fue muy homogéneo y de gran nivel. A día de hoy, en su mayoría, han desarrollado sus carreras marcadas por el paso por la Escuela. Un referente actual en las artes culinarias, Angel León, es uno de ellos; he conocido su trayectoria desde la Escuela y me alegro infinitamente de cada uno de sus
logros: su pasión era la cocina, y la está elevando al máximo exponente con mucho trabajo e investigación por donde nadie antes se atrevió.

¿Cuáles son tus planes a futuro?

Por ahora he tomado un paréntesis temporal para asumir el compromiso político en el que me encuentro ejerciendo y participando de la vida democrática. Al fin y al cabo, esta función la tenemos que ejercer la ciudadanía. Y estos valores democráticos y de participación política hay que inculcarlos también a los más jóvenes; porque es una forma de proteger la democracia. Superado este paréntesis, no me veo en otro lugar que no sea en mi sector que es el que me apasiona.