IV Edición del Concurso Dulcypas en ESHS
24/02/2020Gestores de pisos turísticos: los ‘embajadores’ que dan la cara
02/03/2020ENTREVISTA. Iñaki Echeveste es Director Escuela Superior de Hostelería de Sevilla
«La gastronomía española puede jugar un papel mucho más activo en el mundo», afirma
La Escuela de Hostelería de Sevilla lleva desde 1993 formando a alumnos en materia de dirección hotelera, hostelería y restauración. Su Director, Iñaki Echeveste, explica que «sobrevivir a la transformación de la hostelería en el siglo XXI es necesario anticiparse al futuro y que se adopten nuevas estructuras y reacciones más ágiles».
P.- Ustedes fomentan la excelencia entre sus alumnos. ¿Cuáles son los principios básicos de la Escuela para lograrlo?
R. Seguimos siendo fieles a nuestra filosofía de «aprender haciendo», que permite a los alumnos y alumnas entrar en contacto con el mundo empresarial de forma real desde el primer día. Nos aseguramos que adquieran las capacidades y aptitudes que el exigente mercado profesional demanda en el mundo global y digital en el que vivimos.
Esta nueva era tecnológica requiere la necesidad de adaptarse, en términos de competencias, a las exigencias de un mercado altamente competitivo, así como a las tendencias del consumidor, adaptando los modelos de hospitality, los servicios y las técnicas de ventas a lo que realmente importa para esta nueva generación de clientes.
Los hoteleros pueden encontrar entre los nuevos profesionales de la hostelería los recursos que necesitan para enfrentar nuevos desafíos y, por lo tanto, es necesario un enfoque proactivo de la educación tanto del lado de las empresas hosteleras y hoteles como de las escuelas. Es ahí donde nuestro «Learning by doing» toma su mayor sentido.
ESHS es mucho más que una Escuela ya que nuestra pertenencia al Grupo Lezama, empresa hostelera y de formación referencia en España y USA desde 1974, con 22 establecimientos repartidos por la geografía nacional y Washington DC, dos hoteles, Alabardero Catering y el reconocido colegio madrileño Santa María la Blanca, nos concede un carácter diferente.